Seguimos avanzando

De lo poco escrito y de los muchos renuncios (comentarios) recibidos, nos damos cuenta que las ganas están, tímidamente se muestran. No dejaremos de agradecer esos renuncios ni las visitas, ya el mapa irá mostrando los lugares desde donde somos vistados, paciencia.

Hay que escribir y apelamos a la Joan Manuel Serrat para justificar lo que a continuación se nos puede ocurrir. Para los que no tienen oídos, me refiero a sonido en su computador, va la caricatura y hagan volar su imaginación.

Muchos son los integrantes de la Brisca Society, lamentablemente solo cuatro se pueden sentar a la mesa y ser parte de ella. Por error de transcripción u olvido se ha dado entender que es un grupo exclusivo y cerrado, craso error y para enmendar esta situación trataremos de acordarnos de todos quienes nos hemos sentado juntos alguna vez.

El primer nombre que se me viene a la cabeza es Leandro, matemático, físico nuclear, excelente con los números, gran sacador de cuentas pero llegaba atrasado con la jugada.

Apasionado para jugar, siempre y cuando se le explique detalladamente en que consiste el juego, nuestro inconfundible Octavio.

Victor, perseverante en aprender las reglas, porfiado en aplicarlas.

Germán II, gran conversador durante las partidas para despistar lo bueno o malo de su juego.

El gran Giorgio también se ha sentado junto a nosotros, poco se habla cuando esta él, las querellas, hábeas corpus, liberis exhibendis et ducendis y recurso de amparo pueden ser efectivos.

Se ha comentado que La Brisca Society es como un Club de Tobi con otro nombre. Mencionaré a Sandra como ejemplo de pluralismo genérico que prima en los estatutos. Gran jugadora, núnca hay que llevarle la contraria y tiene jugadas que ya la quisieramos cualquiera de nosotros.

Ahora a disfrutar de la música y gracias musa por no estar de vacaciones.

Hasta la próxima jugada.